Aumenta tu Inteligencia Emocional (cuarta parte)
En este artículo queremos conocer el siguiente aspecto de la autoobservación. Hasta ahora nos hemos fijado en nuestras emociones, los definimos e identificamos el lugar de la emoción con referencia a nuestro cuerpo. En esta semana aparte de estos tres componentes añadimos la observación de nuestros pensamientos en momentos críticos. Los pensamientos y las emociones están intensamente vinculados. Si piensas por ejemplo en algo malo que te ha pasado puedes volver a sentir lo que sentiste en aquel momento, sólo por haber pensado en él. Nuestros pensamientos son muy poderosos y a menudo nos dejamos llevar por ellos en lugar de tener las riendas y decidir lo que queremos pensar y en consecuencia sentir. Nos sentimos desamparados frente su poder. Sin embargo se puede aprender a manejar los pensamientos y emociones hasta un cierto grado y estamos en camino a aprender las herramientas necesarias. La primera herramienta es la autoobservación porque necesitamos conocimiento sobre nosotros mismos ya que cada uno es diferente e individual.
Esta semana seguiremos con la autoobservación en los momentos críticos, es decir cuanto notamos un cambio en el estado de ánimo desde alegre/ neutral a triste/ miedoso/ enfadado etc. .
Nos preguntamos
“¿ Qué estoy sintiendo en este momento?”
Volvemos a definir la emoción/ las emociones presentes en esta momento, identificamos rápidamente la parte del cuerpo, dónde sentimos la emoción preguntándonos:
“¿En qué parte de mi cuerpo siente “esa emoción”?
y ahora llevamos la atención sobre nuestros pensamientos preguntándonos:
“¿Qué pienso/ qué acabo de pensar?”
Intentamos colocarnos en la posición de un observador sin juicio que no quiere ni puede intervenir, que sólo observa. Quédate ahí unos instantes observando tus pensamientos, imagínate que fueran los pensamientos de otra persona, míralos desde la distancia y quizás notas la atracción que tienen, cómo intentan convencerte de preocuparte de algo o que algo ha sido injusto etc. No te juzgues a ti ni a tus pensamientos, ni siquiera pregúntate son verdaderos o falsos, no entres en discusión en absoluto, de momento sólo date cuenta que están ahí. Cuando notas que has perdido la vista del observador (lo que es muy normal al principio) o que te estas juzgando, toma nota y vuelve a observar.
Este ejercicio os está cada vez acercando más a saber, cómo funciona vuestra mente. Es la información necesaria para poder manejar las emociones adecuadamente. Al seguir este programa con paciencia y amor os prometo que vais a notar cambios importantes en vuestra vida.
Si durante la observación te sientes atrapado o notas una presencia constante de emociones negativas como tristeza, rabia y miedo en una medida elevada contacta conmigo u otro profesional que te pueda ayudar a encortar las causas subyacentes.
Habrá momentos de baja motivación y pensamientos sobre abandonar el programa. No os dejáis convencer por estos pensamientos, son patrones que trabajan en contra del cambio, para mantener el estado actual y permanecer en la zona de confort.
Un Saludo y espero que os estáis beneficiando de los artículos y del los ejercicios.
Melanie Gramer