El Perdón es egoísta
A veces nos parece que perdonar significa ser débil, rendirnos o dar la razón a la otra persona. Pero eso es una equivocación. Saber perdonar es muy importante para nuestro propio bienestar, porque significa que logramos soltar la rabia, el rencor o incluso el odio para volver a sentirnos en paz con nosotros mismos.
El enfado tiene una función importante porque nos informa de una posible injusticia y nos prepara para una reacción en defensa de nuestra propia persona o alguien que queremos. Por lo cual es importante verbalizar el enfado u otra emoción que alguien haya provocado en nosotros por su comportamiento o sus palabras.
Podemos decir: “ Me duele, que me digas que…” o “Me haces daño cuando …” .
No obstante una vez expresada la emoción y pasado el momento no nos conviene guardar la emoción negativa dentro de nosotros porque nos causa malestar innecesariamente a nosotros y a las personas que nos rodean.
Una vez pasado el momento es importante darse cuenta de que para volver a sentirnos bien no necesitamos ninguna disculpa de la otra persona, ni nos hace falta convencerla de algo. Nuestro propio bienestar depende únicamente de nosotros mismos. Podemos decidir no seguir enfadado porque lo que nos hizo enfadar es el problema del otro y no de nosotros. De esta manera asumimos la responsabilidad para nuestro bienestar emocional que no depende de nada ni nadie excepto de nuestros propios pensamientos.
Saber perdonar no significa estar de acuerdo o asentir un comportamiento injusto, sino significa reconocer que la otra persona actuó de una cierta forma que a nosotros nos hizo sentir enfado, rabia, odio etc. pero que el poder de nuestro bienestar está en saber que sólo podemos cambiar a nosotros y que nadie es perfecto, que todos actuamos de la mejor manera que podamos y que nuestro propio bienestar sólo depende de nosotros mismos.
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Todo lo mejor,
Melanie Gramer