Aumenta tu Inteligencia Emocional (Tercera parte)
En las últimas dos semanas te has ido familiarizando con la autoobservación. Esta semana le añadiremos otro aspecto a esa habilidad tan importante.
Seguiremos llevando nuestra atención a nuestras emociones siempre cuando notamos que haya un cambio en el estado de ánimo.
Nos preguntamos: “¿Cómo me siento en este momento?”, definimos la emoción como hemos aprendido y ahora adicionalmente nos preguntamos: ” ¿ En qué parte de mi cuerpo estoy sintiendo “la emoción”?”. Para ello es importante llevar la atención a las diferentes partes del cuerpo y observar su reacción.
Esta parte al principio puede costar, porque no estamos acostumbrados a fijarnos deliberadamente sobre sensaciones físicas. Sin embargo queremos darnos cuenta de que nuestro cuerpo reacciona físicamente a cada emoción. De momento no hace falta describir la sensación, simplemente reconocer su lugar de presencia. Cualquier parte del cuerpo puede verse afectado por una emoción, no obstante hay ciertas partes del cuerpo que reaccionan con más probabilidad, como las son la cabeza, la garganta, el estómago, los hombros y la espalda.
Con estos ejercicio poco a poco os vais conociendo a vosotros mismos, y conocimiento es poder. Vosotros sois los únicos que puedáis acceder a esa información interna e incluso los psicólogos dependen de una buena autoobservación de sus clientes para poder obtener información relevante sobre la persona. Vais a notar que ya sólo la observación conducirá a cambios importantes en vuestra vida, porque una emoción no tiene la misma fuerza al actuar cuando está bajo vigilancia. Esto no significa que deberíais intentar a manipular la emoción, aún no hemos llegado a este punto. Intentar intervenir sin haber desarrollado las habilidades suficientes puede llevar a la contraria.
Si durante la observación te sientes atrapado o notas una presencia constante de emociones negativas como tristeza, rabia y miedo en una medida elevada contacta conmigo u otro profesional que te pueda ayudar a encortar las causas subyacentes.
Os deseo una feliz semana y espero que os beneficiáis mucho del ejercicio a todos los niveles de vuestra vida.
Melanie Gramer